



Mi hijo empezó el coaching con Alex, y volvió a jugar con seguridad. Antes se bloqueaba, ahora disfruta. Fue la mejor decisión que tomamos.

Mi hijo sufría mucha ansiedad en los partidos. Con Alex, aprendió a manejar sus emociones y a confiar en él. Lo vi recuperar su alegría.

El coaching con Alex me cambió la mentalidad. Pasé de jugar con miedo a competir con confianza. Hoy me siento más fuerte y más preparado.

















